Laura Vichera | 10 de octubre de 2011 a las 8:13
En una cazuela ponemos agua a hervir y escaldar los tomates, lo justo para que se les despegue la piel. Luego, se sacan, desechar el agua y los dejamos enfriar en un escurridor, se pelan y se reservan.
En esa misma cazuela, calentamos la mantequilla con un chorrito de aceite de oliva y rehogamos las cebolletas con las ramitas de apio y las zanahorias, todo muy picado. Pochar a fuego suave y vamos moviendo para que las verduras se ablanden.
Cuando estén bien rehogadas, incorporar los tomates sin semillas y troceados y los dientes de ajo muy picados. Añadir también un buen puñado de hojas de culantro y sofreír todo junto. Ponemos el caldo a calentar en un cazo aparte.
Una vez sofrito todo junto, agregar la sal, el azúcar, la pimienta y unas semillas de comino y medio litro de caldo. Mezclar, tapar a medias la cazuela y cocer a fuego lento durante media hora, aproximadamente.
Pasado este tiempo, triturar la crema con la batidora, la pasamos por el chino y poner nuevamente al fuego. Cortar unas rebanadas de pan del día anterior y se tuestan en el horno, las colocamos en el fondo de los platos y servir encima la crema.
Antes de sacar a la mesa, repartir por encima algo más de culantro muy picado, unas semillas de comino y un hilo de aceite de oliva.