Laura Vichera | 11 de noviembre de 2011 a las 8:13
PARA LA SALSA
Una vez limpias, separar los lomos de las sardinas, se enjuagan, los secamos y se pican muy menudas a cuchillo. Luego, los mezclamos con unas hojas de culantro fresco y el diente de ajo, todo muy picado también y añadir el pimentón y el comino, la ralladura de piel de naranja y la miga de pan bien escurrida.
A continuación, incorporar los piñones machacados y los huevos batidos y trabajamos con un tenedor hasta tener una masa bien trabada. Tapar con film y dejamos reposar un par de horas en el frigorífico.
Mientras, en un chorrito de aceite de oliva, dorar la rebanada de pan con el diente de ajo. Se sacan bien escurridos al mortero y se machacan con las hebras de azafrán y algunas hojas más de culantro.
En la misma cazuela pochamos las cebolletas muy picadas y cuando estén blanditas, incorporar el vaso de vino blanco, dejar unos minutos al fuego y apartar.
Formar las albóndigas, se pasan por harina, se fríen y las pasamos a la cazuela. Agregar el majado, cubrir con el caldo y sacudir para que todo quede bien trabado. Tapar a medias y cocer unos treinta minutos a fuego lento. Acompañar con arroz blanco.