Laura Vichera | 11 de febrero de 2012 a las 8:13
En una sartén, sin nada de agua ponemos la calabaza cortada en dados, a fuego suave, para que se ablande. Una vez hecha, aplastar con un tenedor y dejamos sin tapar para que reduzca todo el jugo. Precalentar el horno a 180 grados.
Aparte, ponemos a calentar la leche con la mantequilla y dos o tres cucharadas de aceite de oliva. Antes de que comience a hervir, apartamos del fuego y dejamos templar.
A continuación, en una ensaladera batimos el huevo con la yema. Incorporar la harina tamizada con la levadura, las especias, la cucharadita de azúcar y una pizca de sal y pimienta.
Luego, a cucharadas, vamos incorporando el puré de calabaza, sin dejar de mezclar. Añadir también las semillas de amapola y la leche templada.
Por último, cortar la panceta en daditos pequeños que incorporamos a la mezcla y añadimos también el queso rallado. Engrasar un molde cuadrado con algo más de mantequilla, volcar la mezcla y hornear durante cuarenta minutos aproximadamente.
Una vez hecho, aún templado, desmoldar y cortamos en dados que colocamos en cápsulas de papel. Servir como aperitivo o, cortado en lonchas, como primer plato acompañado de una ensalada.