Laura Vichera | 29 de febrero de 2012 a las 8:13
Vamos quitando las hojas exteriores de las alcachofas hasta dejar prácticamente el corazón. Con un cuchillo bien afilado, cortamos las puntas y se dejan en un cuenco cubiertas de agua fría con unas gotas de zumo de limón.
Luego, se enjuagan, las escurrimos y se escaldan un par de minutos en agua hirviendo. Se sacan y las dejamos bocabajo en un colador mientras preparamos el relleno.
En una sartén calentamos un chorrito de aceite de oliva y rehogar la cebolleta y el diente de ajo picados muy menudos. Pochar a fuego suave hasta que queden muy blanditos.
A continuación, volcar en un cuenco, añadir un puñado de hojas de perejil muy picado, las hebras de azafrán y el jamón, sin grasa, cortado en tiras finas. Agregar también un huevo batido y miga de pan mojada en leche. Batir y dejamos reposar.
Con la punta de los dedos ahuecar el interior de las alcachofas y las rellenamos. Se pasan por harina, batir los otros dos huevos en un plato con algo más de perejil picado y las vamos bañando.
Por tandas, las vamos friendo en aceite muy caliente, procurando que queden bien doradas. Una vez hechas, se sacan a escurrir sobre papel absorbente. Servir recién hechas y acompañar con una ensalada.