Laura Vichera | 16 de septiembre de 2012 a las 8:13
Si los arándanos son deshidratados, los remojamos en un poquito de agua o de leche caliente, luego se secan bien y los reservamos. Vamos precalentando el horno a 180 grados.
Con una pizca de mantequilla, engrasamos un molde alargado, tipo plumcake y espolvorear con harina. Sacudir para que no quede con demasiada cantidad y dejamos en el frigorífico mientras preparamos la masa del bizcocho.
En un cuenco grande montar las claras a punto de nieve fuerte con una pizca de sal y se reservan. En otro cuenco, mezclamos la mantequilla en trocitos, el azúcar, las yemas y la esencia de vainilla.
Luego, batir con varillas eléctricas unos tres o cuatro minutos hasta que queden perfectamente trabados. Agregar a continuación la harina tamizada con la levadura, continuar mezclando y añadir el coco rallado y los arándanos.
Por último, agregar las claras montadas, suavemente para que no pierdan volumen. Volcar en el molde, sacudir para que no queden huecos y hornear unos cuarenta minutos.
Pasado este tiempo, pinchar para comprobar que está cocido y dejamos templar fuera del horno. Luego, desmoldar sobre una rejilla y cuando esté completamente frío, cortar en tiras anchas que guardamos en una caja hermética.