Laura Vichera | 5 de junio de 2016 a las 8:13
En primer lugar, preparamos el relleno, así damos tiempo a que repose una vez hecho. Pelar las manzanas, retirar el corazón y se cortan en daditos. Las pasamos a un cuenco y mezclamos con los arándanos y el zumo de limón.
En una sartén, volcamos las manzanas y los arándanos con la canela y la leche condensada. Arrimar a fuego suave y cocinar durante diez minutos aproximadamente, removiendo de vez en cuando.
Pasado este tiempo, apartar del fuego y dejamos enfriar. Luego, volcar nuevamente en el cuenco y dejamos en el frigorífico durante, al menos, una hora.
A continuación, sacar el hojaldre del frigorífico, lo extendemos sobre una bandeja forrada con papel sulfurizado, formando un rectángulo grande. Precalentar el horno a 180 grados.
En el centro del hojaldre, a lo largo, volcamos el relleno, dejando los dos laterales libres. Luego, cortar estos dos laterales de pasta, haciendo tiras de unos seis centímetros a cada lado.
Una a una, vamos cruzando las tiras de piel, de un lado a otro, formando una trenza, sin apretar para no aplastar el relleno.
Por último, pintar con el huevo batido y repartir por encima el azúcar granulado. Hornear durante cuarenta minutos, vigilando para que no se dore en exceso.
Fuera del horno, dejamos enfriar sobre una rejilla y servir templada, acompañada de helado de vainilla o unas cucharadas de nata semimontada sin azúcar.