Laura Vichera | 4 de mayo de 2017 a las 8:13
En el mortero machacamos el diente de ajo con unos granos de pimienta negra, unas hojas de salvia muy picada y la ralladura de piel de limón. Añadir una pizca de sal y cuando tengamos una pasta, agregar unas gotas de zumo de limón y un hilo de aceite de oliva.
A continuación, repasamos bien para retirar los restos de piel y la grasa de los filetes y se abren, en forma de libro, sin llegar a separar las dos partes. Se enjuagan y se secan bien.
Luego, los pasamos a un cuenco, mezclar con la marinada y mover bien para que empapen bien por dentro y por fuera. Tapar con film y dejamos en el frigorífico durante un par de horas.
Mientras, escurrir una de las bolas de Mozzarella y la cortamos en rodajas. Escurrir los filetes de pollo, rellenar con las rodajas de queso, cerramos y enharinamos.
Se bañan luego en huevo batido y, por último, se pasan por pan rallado mezclado con el queso Parmesano. Los freímos por tandas hasta que queden bien dorados por ambas caras y se escurren bien.
Los colocamos sobre una bandeja forrada con papel sulfurizado, unos junto a otros y cubrir con unas cucharadas de salsa de tomate. Sobre ellas repartimos las rodajas de Mozzarella restantes.
Justo antes de servir, gratinar hasta que el queso funda. Acompañar con pasta hervida y una ensalada.
Laura Vichera | 19 de septiembre de 2016 a las 8:13
Para empezar, en una sartén amplia, a fuego suave, calentamos un chorrito de aceite de oliva y rehogamos las cebolletas en tiras muy finas. Movemos para que no se quemen y agregamos los dientes de ajo muy picados.
Luego, rallar los tomates, se incorporan a la sartén, añadir la pizca de azúcar y parte de la albahaca picada. Bañamos con el vino blanco, agregar una pizca de sal y pimienta negra recién molida y cocer a fuego suave unos veinte minutos.
Mientras, limpiar la ternera de grasa y de nervios y cortar los filetes por la mitad. Los extendemos entre dos láminas de film de cocina y se aplastan hasta dejarlos lo más finos posible.
Aparte, en otra sartén, a fuego fuerte, vamos dorando los escalopines por ambos lados, solamente un par de minutos. Se van sacando a un plato, los salpimentamos y se reservan al calor. Precalentar el grill a 190 grados.
Sobre el fondo de una fuente volcamos la salsa, reservando unas cuantas cucharadas. Sobre la mitad de los filetes colocamos una loncha fina de Parmesano y una hoja de albahaca. “Tapar” con otro filete, cerramos con un palillo y los pasamos a la fuente.
Por último, napar con algo más de salsa y lonchas finas de queso. Justo antes de sacar a la mesa, gratinar durante cuatro minutos, lo justo para que el queso funda. Servir enseguida.
Laura Vichera | 6 de julio de 2016 a las 8:13
Dos o tres horas antes de preparar el plato, dejamos las almejas en remojo en un cuenco con agua fría y un puñado de sal, procurando cambiarle el agua varias veces.
Pasado el tiempo de remojo, las enjuagamos y las frotamos enérgicamente y se dejan escurrir. En una cazuela ponemos a calentar la mitad del vino y cuando comience a hervir, agregar la hoja de laurel y unos granos de pimienta negra.
A continuación, incorporar las almejas, tapamos y cocer un par de minutos y cuando estén abiertas, las sacamos escurridas a un cuenco, colar el caldo y reservar aparte.
En una cazuela amplia rehogamos las chalotas y los dientes de ajo muy picados con una pizca de aceite de oliva. Agregar la guindilla y espolvorear el pimentón y la harina, bajar el fuego al mínimo y remover durante un minuto.
Cuando el sofrito esté bien trabado, agregar el resto del vino blanco y arrimar al fuego sin dejar de remover. Agregar el agua de cocción y la salsa de tomate. Mezclar bien y apartar.
Aparte, cocer la pasta el tiempo indicado por el fabricante. Cuando esté “al dente” escurrir y refrescar con agua fría. Se incorpora a la cazuela, agregar también las almejas y un buen puñado de hojas de perejil picado. Saltear todo junto, probar de sal y servir enseguida.
Laura Vichera | 8 de octubre de 2014 a las 8:13
La víspera, ponemos el bacalao a remojar, cambiándole el agua un par de veces. Luego, se enjuaga, secamos con papel de cocina y desmenuzamos. Montar las cuatro claras a punto de nieve fuerte con una pizca de sal y reservar en el frigorífico.
A continuación, separar la coliflor en ramitos y cocerla al vapor hasta que esté tierna, sin que quede demasiado blanda. La pasamos a un cuenco y machacamos ligeramente con un tenedor.
En una sartén con poquito aceite, rehogamos los dientes de ajo muy picados con la guindilla y saltear el bacalao, lo justo para que tome color. Apartamos y mezclamos con la coliflor. Precalentar el horno a 200 grados.
Después, en la misma sartén fundimos la mantequilla y rehogamos la harina. Cuando esté bien tostada agregamos poco a poco la leche y un vasito de caldo. Trabajamos con unas varillas hasta obtener una consistencia cremosa y sin grumos.
Fuera del fuego, añadir unas cucharadas de salsa de tomate y también unos tallos de cebollino picado y cuando se enfríe un poquito, añadir las yemas, una a una.
A la mezcla anterior, incorporamos la coliflor, el bacalao y las claras montadas, mezclar suavemente y volcar en un molde que habremos engrasado con mantequilla y espolvoreado con pan rallado. Hornear durante una hora aproximadamente.
Laura Vichera | 9 de enero de 2014 a las 8:13
Una vez peladas, cortamos las berenjenas en daditos que dejamos en un escurridor espolvoreadas con sal. Engrasar un molde alargado, tipo plumcake con una pizca de aceite y espolvorear con pan rallado. Dejamos en el frigorífico.
Luego, enjuagar los pimientos, se secan y los pintamos con aceite de oliva. Los asamos en el horno hasta que estén tostaditos, se dejan enfriar tapados, los cortamos en tiras y reservamos el jugo que han soltado.
En unas cucharadas de aceite, rehogamos las cebolletas muy picadas con los dientes de ajo. Cuando estén blanditos, incorporar el pollo, sin piel, cortado en dados medianos y saltear brevemente. Agregar el jugo colado de los pimientos y dejamos reducir. Volcar en un cuenco y dejamos templar. Precalentar el horno a 200 grados.
A continuación, en la misma sartén, rehogamos los dados de berenjena y pasados unos minutos, añadir las tiras de pimiento y sofreír todo junto. Rellenar el molde con la mitad de esta mezcla, por encima repartimos el sofrito de pollo y “tapar” con el resto de berenjenas.
Por último, batimos los huevos con la nata, añadir salsa de tomate al gusto, queso rallado y albahaca picada. Sazonar con sal y pimienta y volcar sobre el pastel, sacudiendo para que no queden huecos.
Hornear al Baño María durante una hora. Servir templado y acompañar con algo más de salsa de tomate.