Laura Vichera | 14 de enero de 2014 a las 8:13
Una vez retiradas las aletas y los tentáculos, limpiar los calamares, les damos la vuelta, los enjuagamos bien y se dejan en un escurridor. Pintar los pimientos con aceite y los asamos.
Cuando la piel esté tostada, los dejamos enfriar tapados. Luego, se pelan, los cortamos en tiras y reservar el jugo que suelten para añadirlo al guiso en el último momento.
En una cazuela honda, calentar un chorrito de aceite de oliva y preparar un sofrito con las cebolletas y los dientes de ajo, todo muy picado.
Pasados unos minutos, incorporar los tomates rallados, una pizca de sal y pimienta. Cuando el jugo de las verduras vaya reduciendo, añadir a la cazuela las patatas peladas y cascadas en trozos medianos.
A continuación, incorporar la guindilla, unos granos de pimienta y la hoja de laurel. Añadir también los calamares, que habremos rellenado con sus patas y sus tentáculos y sofreír todo junto.
Por último, incorporar el vino blanco y dejamos evaporar el alcohol. Incorporar las tiras de pimiento verde y su jugo. Añadir agua o caldo hasta cubrir, sacudir la cazuela y cocer a fuego medio unos veinte minutos.
Dejamos reposar antes de servir y adornar con unas hojas de perejil muy picado.