Laura Vichera | 22 de enero de 2014 a las 8:13
En el mortero machacamos los dientes de ajo con los granos de pimenta, unas hebras de azafrán y un pellizco de sal. Dejamos las almejas en remojo con agua fría y sal para que suelten la tierra. Cortar el cazón en dados gruesos y reservar.
Luego, en la cazuela donde vayamos a preparar el guiso, calentamos un chorreón de aceite de oliva y rehogar la cebolla y el pimiento verde muy picados.
Cuando estén blanditos, incorporar los tomates rallados, mover y dejar que se vaya trabando el sofrito. Incorporar entonces las patatas cascadas, la hoja de laurel y el majado.
A continuación, mojar con el vino y, cuando se haya evaporado el alcohol, cubrir con el caldo, sacudir la cazuela y tapar a medias. Cocer a fuego medio unos veinte minutos.
Pasado este tiempo, incorporar las almejas y los dados de cazón. Añadir también el pimentón y unas hojas de perejil muy picados. Cocer sin tapar hasta que las almejas se abran. Probar de sal, dejamos reposar unos minutos fuera del fuego y servir muy caliente.