Laura Vichera | 10 de julio de 2016 a las 8:13
PARA PRESENTAR
Una hora antes de comenzar a preparar el sorbete, en el mortero machacamos las diez hojas grandes de albahaca con parte de sus tallos y se pasan a un cazo. Agregar un vaso de agua mediano, remover y calentamos.
En el momento en que comience a hervir, bajar el fuego y dejamos cinco minutos más. Apartamos, tapar e infusionar hasta que se enfríe. Luego lo colamos y pasar nuevamente al cazo. Agregar el azúcar, mezclamos y hervir hasta que se nos forme un jarabe. Dejamos enfriar nuevamente.
A continuación, limpiar y secar las fresas, retirar el rabillo y las troceamos. Limpiar igualmente las frambuesas y triturar todo junto con el agua de azahar, la ralladura de piel y el zumo de lima. Trabajar todo junto hasta que tengamos una pasta.
Si queremos, podemos pasar por un chino para eliminar el granillo de la fruta. Aparte, montamos la clara a punto de nieve fuerte y la pasamos a un cuenco que dejamos en el frigorífico.
Luego, mezclar el puré con el jarabe de albahaca y continuar mezclando hasta que queden perfectamente integrados. Volcamos en un cuenco grande de cristal y metemos en el congelador hasta que comience a cuajar.
Pasada una hora, más o menos, sacamos, incorporamos la clara montada y movemos con unas varillas, despacio, para evitar que cristalice. Repetimos la operación dos o tres veces.
Servimos el sorbete en copas altas, adornado con unas hojas de albahaca enteras, unas frambuesas enteras y las fresas troceadas.