Laura Vichera | 29 de marzo de 2017 a las 8:13
Una vez limpias de escamas, abrir las truchas y las evisceramos. Podemos dejarles la cabeza o no, según nos guste más. Enjuagar y frotar el interior cuidadosamente hasta que queden perfectamente limpias.
Luego, las dejamos en un escurridor y las secamos luego por dentro y por fuera con papel absorbente. Salpimentamos el interior y las colocamos en una fuente grande.
En un cuenco picamos muy menudos los tallos de cebollino y las ramitas de eneldo, incorporar el tomillo desmenuzado y mezclar con las dos cucharadas de mantequilla y la ralladura de piel de limón, trabajando con un tenedor hasta obtener una pasta. Precalentamos el horno a 200 grados.
Luego, pelar los tomates, retirar las semillas y cortamos en daditos que dejamos en un colador para que suelten el agua. Limpiar los champiñones, retirar la parte final del pie y los cortamos en láminas. Pelar las chalotas y las cortamos en tiras finas.
Con la mantequilla de hierbas pintamos el interior de las truchas. Alrededor repartimos los tomates, las chalotas y los champiñones y aderezar con una pizca de sal, pimienta y azúcar. Mojar con el vino blanco y tapar con papel de aluminio. Hornear durante veinticinco minutos.
Pasado este tiempo, comprobar la cocción del pescado y servir enseguida acompañando con unas patatas al vapor.