Laura Vichera | 27 de enero de 2017 a las 8:13
Una vez enjuagadas, cocer las lentejas en agua hirviendo con un pellizco de sal durante veinte minutos. Las volcamos en un escurridor y dejamos que se enfríen mientras preparamos el resto de ingredientes.
Luego, pelamos la chalota y el diente de ajo y los picamos muy menudos. Picamos del mismo modo las hojas de culantro y hierbabuena. Pelar la manzana, retirar el corazón y la rallamos.
En un cuenco volcamos las lentejas y las machacamos con un tenedor. Agregamos la manzana rallada, el comino y el pimentón y continuar mezclando hasta que tengamos una pasta.
A continuación, incorporamos el picadillo de chalota y hierbas, añadimos una pizca de sal y pimienta negra molida. Seguir mezclando con el tenedor hasta que tengamos una pasta amalgamada. Si quedara demasiado suelta, añadimos un poquito de pan rallado. Tapar con film y dejamos en el frigorífico durante media hora.
En el momento de preparar el plato, formamos bolitas del tamaño de una nuez y las vamos friendo por tandas en abundante aceite bien caliente hasta dorar.
Servir enseguida y acompañar con una salsa de yogur batido con comino y algo más de culantro y hierbabuena picada.
Laura Vichera | 20 de enero de 2017 a las 8:13
PARA LOS BUÑUELOS
Una vez limpias las acelgas y se trocean. Picar las cebolletas y el puerro en juliana fina y los rehogamos en una cazuela con un par de cucharadas de mantequilla y un chorrito de aceite de oliva.
Cuando estén ligeramente dorados, incorporamos las patatas cortadas en daditos, los ajos picados, las hebras de azafrán y las acelgas. Damos unas vueltas y bañamos con el caldo caliente. Tapamos y cocemos a fuego suave durante tres cuartos de hora, aproximadamente.
Triturar con la batidora y pasar la crema por el chino para eliminar las hebras. Dejamos templar y agregamos la nata, rectificamos de sal y añadimos un poquito de pimienta molida.
Si quedara demasiado espesa, agregar un vasito más de caldo y mezclamos bien. Cuando se enfríe completamente, la dejamos en el frigorífico hasta el momento de servir.
Para preparar los buñuelos, batimos los huevos con el jamón y la hierbabuena muy picados. Le vamos agregando pan rallado hasta que tengamos una masa con la que podamos formar bolitas muy pequeñas. Calentar abundante aceite y, a fuego fuerte, las vamos friendo hasta que queden bien doraditas y se dejan escurrir sobre papel absorbente. Servimos la crema en cuencos, repartimos por encima las bolitas de jamón y el cebollino muy picado.
Laura Vichera | 16 de enero de 2017 a las 8:13
En el mortero, machacamos las semillas de culantro con los dientes de ajo. Escurrir los garbanzos y los pasamos a una ensaladera. Los machacamos con un tenedor hasta que tengamos una pasta.
Aparte, escurrimos el tofu, lo cortamos en daditos, los aplastamos y se mezclan con los garbanzos. A continuación, agregamos el majado de ajos y culantro, los dos huevos batidos como para tortilla, el comino, el pimentón y una pizca de sal y pimienta negra.
Poco a poco, mezclamos todo hasta obtener una pasta homogénea. Si vemos que estar demasiado suelta, espolvorear con una pizca de pan rallado. Por último, tapar con film y dejamos en el frigorífico durante media hora.
Pasado este tiempo, con la masa formamos bolitas que aplastamos luego para darle forma de tortitas de tamaño mediano. Justo antes de comer, calentamos unas cucharadas de aceite de oliva en la plancha o en una sartén grande y las doramos, durante tres o cuatro minutos, por cada lado.
Cuando estén bien doradas, por ambas caras se dejan escurrir sobre papel absorbente. Las servimos recién hechas, acompañadas de una ensalada o como guarnición de una carne o un pescado.
Laura Vichera | 6 de octubre de 2016 a las 8:13
La víspera, preparamos la marinada: en un cuenco mezclamos una de las cucharadas de concentrado de tomate con una de las cebollas y un diente de ajo y algunas hojas de perejil, todo muy picado. Agregar una hoja de laurel, unas ramitas de tomillo y la guindilla.
Luego, limpiar los trozos de pollo, retirar la piel y la grasa. Enjuagar, secamos y salpimentamos. Los pasamos al cuenco, agregar un hilo de aceite de oliva y el zumo y ralladura de lima. Mezclar con las manos, tapar con film y dejamos toda la noche en el frigorífico moviendo de vez en cuando.
Para la salsa, calentamos un chorrito de aceite de oliva en una cazuela baja y añadir el azúcar. Mover a fuego suave hasta que comience a caramelizar.
A continuación, incorporar los trozos de pollo escurridos y los rehogamos durante diez minutos, hasta que comiencen a tomar color. Añadir, entonces, la otra cucharada de concentrado de tomate, el resto de tomillo, los otros dos clavos, la otra hoja de laurel y la otra cebolla y el otro diente de ajo picados.
Pasados unos minutos, cuando todo esté bien mezclado, mojar con caldo hasta cubrir, tapar y cocer a fuego suave durante media hora, dándole la vuelta a los trozos de pollo un par de veces durante este tiempo. Acompañar con pasta larga hervida.
Laura Vichera | 5 de octubre de 2016 a las 8:13
En primer lugar, limpiar los champiñones, los cortamos en cuatro, rociar con unas gotas de zumo de limón y reservamos. Despuntar y pelar las zanahorias y las cortamos en rodajas. Retirar la parte más dura de los tallos del brécol y lo separamos en ramilletes. Enjuagar y reservamos.
A continuación, cocemos las rodajas de zanahoria y el brécol al vapor, juntos o por separado. Cuando estén “al dente”, los pasamos a un escurridor y dejamos enfriar.
En unas gotas de aceite de oliva, rehogamos los champiñones con la guindilla, a fuego vivo hasta que suelten todo el agua y se sacan bien escurridos a una fuente, ligeramente engrasada, donde los mezclamos con el resto de verduras.
En un cuenco desleímos la harina de maíz con la mitad de la leche, bien fría y cuando ya no tengamos grumos, agregar la leche restante. Volcar en un cazo y arrimar a fuego suave. Mover constantemente hasta que comience a espesar.
Fuera del fuego, dejamos templar unos minutos y agregar la mostaza y los dientes de ajo machacados. Añadir también las semillas de alcaravea, una pizca de nuez moscada, sal y pimienta negra molida. Incorporar el queso rallado, mezclar y volcar sobre las verduras. Hornear a 225 grados durante veinticinco minutos, hasta quede bien dorado. Servir enseguida.
Laura Vichera | 24 de septiembre de 2016 a las 8:13
Un rato antes de prepararlas, despuntar las berenjenas y, sin pelar, las cortamos en tiras, a lo largo. Las dejamos en un escurridor, espolvoreadas con sal gorda y ponemos un peso encima para que suelten el jugo amargo.
Media hora después, las enjuagamos bien y se secan con papel de cocina. Calentamos unas cucharadas de aceite de oliva en una sartén amplia y añadimos el anís estrellado, una de las cebolletas y un diente de ajo muy picados.
Vamos moviendo y añadimos las berenjenas. Mezclar bien para que se mezclen con el resto de ingredientes. Tapar y cocinar a fuego suave durante media hora, moviendo de vez en cuando para que se hagan de forma homogénea. Deben quedar tiernas y tomar algo de color.
Una vez escurrido el tofu, lo cortamos en daditos pequeños que salteamos en una sartén con una pizca de aceite de oliva.
Mientras, en un cuenco, mezclamos la otra cebolleta muy picada con el azúcar y tres o cuatro cucharadas de salsa de soja. Añadir también el otro ajo machacado y el jengibre pelado y rallado. Volcar sobre las berenjenas, moverlas suavemente y cocinar todo junto cinco minutos más.
Aparte, en una cazuela, cocemos la pasta hasta dejarla “al dente”. Escurrimos bien y mezclar con las berenjenas y los daditos de tofu. Servir enseguida y acompañar con algo más de salsa de soja.
Laura Vichera | 20 de septiembre de 2016 a las 8:13
PARA ACOMPAÑAR
Media hora antes de prepararlas, dejamos las lentejas en remojo en un cuenco con agua templada. Para preparar la salsa, triturar el yogur con el ajo y el limón y dejamos en el frigorífico.
En una cazuela amplia, rehogamos la cebolla, picada muy fina con un chorrito de aceite de oliva. Un par de minutos después, agregamos el jengibre pelado y rallado, el pimentón y el comino. Incorporar las lentejas bien escurridas, las hojas de laurel y cubrir con el doble de agua. Cocer a fuego medio durante media hora, moviendo de vez en cuando.
Cuando las lentejas estén untuosas y hayan absorbido el agua, añadir sal y pimienta y mover de nuevo. Retirar la hoja de laurel, dejamos enfriar y añadimos la cucharadita de tahine y el perejil. Debemos obtener una masa suave. Volcar en un plato, tapar con film y dejamos en el frigorífico durante una hora.
Luego, precalentamos el horno a 180 grados y forramos una bandeja con papel sulfurizado. Con las manos húmedas, vamos formando bolitas de masa, del tamaño de una nuez y las pasamos por el sésamo. Se van colocando sobre la bandeja y añadir un hilo de aceite de oliva. Hornear durante veinte minutos. Servir las albóndigas recién hechas y acompañar con el dip de yogur.
Laura Vichera | 10 de marzo de 2016 a las 8:13
Antes de nada, dejamos el requesón o la ricotta en un colador con un peso encima para que suelte la mayor cantidad de agua posible, así el relleno quedará más compacto.
Una vez limpias las pechugas de restos de piel y de grasa, las cortamos en dos trozos más o menos iguales y luego abrimos cada mitad, en dos, a lo largo, sin llegar a separarlas. Salpimentamos bien por dentro y por fuera y reservamos.
En el mortero, machacamos unos granos de pimienta con los dientes de ajo. Añadir un puñado de hojas de albahaca muy picadas y, cuando tengamos una pasta, volcar en un cuenco. Precalentar el horno a 220 grados.
A la mezcla de ajos y pimienta añadimos el pimentón y la ricotta y trabajar bien hasta obtener una crema homogénea.
A continuación, rellenamos las pechugas y las cerramos. Se van colocando sobre una fuente engrasada y añadir un hilo de aceite de oliva por encima. Tapar con papel de aluminio y hornear durante cuarenta minutos.
Pasado este tiempo, retirar el papel y dejamos que la superficie se dore un poquito. Servir recién hechas y acompañar con pasta hervida y unas verduras a la plancha.
Laura Vichera | 23 de febrero de 2016 a las 8:13
La víspera preparamos las patatas. Sin pelar, las limpiamos muy bien y se pasan a una cazuela con las cebollas y la parte blanca del puerro en juliana fina, el pimiento seco troceado y las otras dos hojas de laurel.
A continuación, añadimos medio vasito de aceite de oliva, las otras dos cucharadas de vinagre, el pimentón y ocho dientes de ajo machacados con su piel. Agregar un vaso de agua, tapar y cocer a fuego suave hasta que estén tiernas. Cuando estén templadas, se pasan a una fuente, cubiertas con su adobo y dejamos reposar unas horas.
También la víspera, ponemos los garbanzos en remojo. En el momento de prepararlos, enjuagar los garbanzos y los cocemos en una olla con una hoja de laurel, la parte verde del puerro y unos granos de pimienta negra.
Por último, agregar sal y un hilo de aceite de oliva, cubrir con agua templada y cocer hasta que estén tiernos. Una vez hechos, y queden “al dente”, se escurren, retiramos el laurel y el puerro y los colamos. Dejamos templar.
En una sartén grande, calentamos un chorrito de aceite de oliva y doramos los otros dos dientes de ajo muy picados. Incorporar los garbanzos hasta que se vayan dorando.
Luego añadimos las patatas escurridas, damos una vueltas para que se mezclen con los garbanzos y mojar con unas cucharadas del jugo del adobo. Servir templado.
Laura Vichera | 3 de septiembre de 2015 a las 8:13
En un cuenco mezclamos el yogur con el culantro muy picado, la miel, el cardamomo y el garam masala. Agregamos también el jengibre pelado y rallado, los ajos muy picados, una pizca de sal y pimienta negra molida.
A continuación, limpiar las pechugas de restos de piel y de grasa, enjuagamos, secamos con papel de cocina y cortar en dados. Los pasamos al cuenco y mezclamos con la marinada. Tapar con film y dejamos en el frigorífico unas seis horas, moviendo de vez en cuando.
A la hora de preparar el plato, calentar un chorrito de aceite de oliva en una sartén amplia o en un wok y rehogar la cebolleta muy picada. Agregar una pizca de sal y pimienta y los tomates rallados. Dejamos a fuego suave unos quince minutos, sin tapar.
A continuación, incorporar el pollo con su marinada. Agregar la leche de coco y cocemos a fuego medio, sin tapar, durante veinte minutos aproximadamente.
Mientras, cocemos y escurrimos el arroz. Lo servimos en moldecitos en cada uno de los platos acompañando el pollo, agregar algo más de culantro picado, napar con la salsa y repartir los anacardos tostados alrededor.