Laura Vichera | 11 de septiembre de 2016 a las 8:13
En una sartén sin nada de aceite, tostamos ligeramente las avellanas para que tomen color, con cuidado de que no se quemen. Dejamos enfriar y luego las trituramos en la picadora hasta convertirlas en polvo.
A continuación, tamizar la harina en un cuenco grande y la mezclamos con el polvo de avellanas y también el azúcar. Luego, lavar y secar el limón e incorporamos la piel rallada al cuenco.
Por último incorporamos los líquidos: el aceite de oliva y el Limoncello. Trabajar con los dedos hasta obtener una masa homogénea y bien trabada. Formar una bola, envolver en film transparente y dejamos en el frigorífico una media hora. Precalentar el horno a 180 grados.
Luego, sacar la masa y formamos pequeñas bolitas que colocamos bien separadas unas de otras sobre una bandeja forrada con papel sulfurizado y, con el dorso de una cuchara húmeda las aplastamos ligeramente. Metemos en el horno durante media hora más o menos, hasta que tomen color, vigilando para que no se quemen por debajo.
Una vez horneadas, se van sacando a una rejilla y dejamos templar. Cuando estén completamente frías, las guardamos en una caja hermética donde se conservarán durante varios días.
Laura Vichera | 6 de marzo de 2016 a las 8:13
PARA ELABORAR EL CARAMELO
La víspera, preparamos el caramelo. En un cazo ponemos el azúcar y el agua y calentar a fuego suave sin mover. Cuando veamos que el caramelo tenga ya un color dorado, incorporar la mantequilla y mezclar.
Fuera del fuego, dejamos templar un poquito y vamos agregando la nata, poco a poco y sin dejar de mover. Cuando tengamos una crema lisa y homogénea, añadir las escamas de sal y volcar en un tarro. Dejamos reposar a temperatura ambiente.
Para preparar la tarta, mezclamos la harina y el azúcar moreno. Agregar la mantequilla y el huevo y trabajar la masa hasta que quede lisa y sin grumos. Formar una bola, envolver en film y dejamos en el frigorífico durante una hora.
Mientras, lavar las manzanas, retirar el corazón y las cortamos en rodajas finas, con ayuda de una mandolina. Sobre un molde redondo o rectangular estiramos la masa, presionando bien sobre las paredes y el fondo. Recortar el sobrante y precalentamos el horno a 180 grados.
Cubrir el fondo de la tarta con una capa de caramelo y encima colocamos las rodajas de manzana, de forma ordenada. Repartir por encima las avellanas muy picadas y espolvorear el azúcar vainillado.
Por último, hornear durante media hora, vigilando que no se dore en exceso. Servir templada y adornar con unas cucharadas de caramelo.
Laura Vichera | 28 de febrero de 2016 a las 8:13
PARA EL RELLENO
La víspera, mezclar la harina, la levadura, el azúcar y la ralladura de piel de limón. Trabajar a baja velocidad y, uno a uno, ir añadiendo los huevos. Luego, agregar el agua, la sal y la mantequilla en daditos. Amasar diez minutos más y volcar la masa en un molde engrasado, tapar y dejamos reposar hora y media a temperatura ambiente.
Cuando haya doblado su volumen, la sacamos y amasar de nuevo. Formar una bola, envolver y dejamos en el frigorífico toda la noche.
Al día siguiente, fundir el chocolate y la mantequilla del relleno. Incorporar el cacao en polvo, los dos tipos de azúcar y las avellanas troceadas y tostadas.
Sacar la masa y la dividimos en dos bolas que estiramos en forma de rectángulo. Sobre ellos repartimos la mezcla de chocolate sin llegar a los bordes y enrollar la pasta a lo largo. Hacer lo mismo con el otro rectángulo.
Con un cuchillo bien afilado, los abrimos a lo largo sin cortarlos. Trenzar los dos rollos dejando los cortes hacia arriba. Colocamos en un molde engrasado y dejamos reposar a temperatura ambiente durante hora y media, tapado con un trapo. Hornear luego durante media hora a 190 grados.
Mientras, preparamos el glaseado, mezclando el agua con el azúcar hasta que espese un poquito. Una vez horneado, sacar el brioche y dejamos templar. Colocar sobre una rejilla y pintar con la glasa.
Laura Vichera | 11 de enero de 2015 a las 8:13
PARA EL RELLENO
Un ratito antes de montar la tarta, preparamos la masa para que pueda reposar el tiempo necesario antes del horneado. Tostar las avellanas y las picamos hasta dejarlas reducidas a polvo o en trocitos mínimos.
En un cuenco grande batimos la mantequilla con el azúcar glas, trabajamos con varillas eléctricas y cuando estén cremosos y bien mezclados, incorporar las avellanas y también la pizca de sal.
Luego, agregamos la harina tamizada con la canela y mezclar sin amasar demasiado. Formar una bola y dejamos en el frigorífico durante media hora aproximadamente. Forrar luego un molde con la masa bien estirada, pinchar el fondo y las paredes y se deja en el frigorífico de nuevo. Precalentar el horno a 200 grados.
Para el relleno, mezclar todos los ingredientes en un cuenco y trabajar con la batidora hasta obtener una crema lisa. Incorporar las semillas de anís y volcamos sobre el molde. Hornear durante diez minutos y bajar luego la temperatura a 160 grados y hornear durante cuarenta minutos.
Fuera del horno, dejamos enfriar del todo antes de desmoldar. Servir a temperatura ambiente y acompañar con helado de vainilla.
Laura Vichera | 16 de noviembre de 2014 a las 8:13
En un cazo ponemos a calentar la leche con la nata, la tira de piel de naranja y los dos clavos de olor. Antes de que comience a hervir, apartamos y dejamos templar tapada, para que se mezclen los aromas.
Con el mortero machacamos las avellanas y las dejamos en trocitos. Se doran en una sartén, sin nada de aceite y las reservamos hasta el momento de utilizarlas. Precalentar el horno a 190 grados.
En un cuenco, batimos los huevos y le vamos añadiendo la leche colada, poco a poco. A continuación, incorporar las pasas y dejamos reposar para que se hidranten.
Aparte, mezclamos el azúcar y la harina tamizada con la levadura. Agregar una pizca de sal y la mantequilla en trocitos. Vamos trabajando hasta que tengamos una masa granulosa que podamos trabajar con los dedos.
En el centro, hacemos un hueco e incorporamos la mezcla de huevos, leche y pasas y trabajamos ya todo junto. Volcar en la encimera, amasamos para que todo quede bien trabado y estirar con el rodillo, dejando la masa de un espesor aproximado de dos centímetros.
Con un vaso o un aro de emplatar pequeños, sacamos piezas de unos seis centímetros de diámetro y las vamos colocando sobre una bandeja forrada con papel sulfurizado ligeramente engrasada. Espolvorear las avellanas y hornear durante quince minutos. Una vez hechos, dejamos enfriar sobre una rejilla.
Laura Vichera | 19 de octubre de 2014 a las 8:13
En el mortero, machacamos las avellanas dejándolas en trocitos medianos que tostamos en una sartén, sin nada de aceite, procurando que no se quemen. se sacan a un plato y reservar.
Luego, engrasar los moldes de papel o la bandeja metálica o de silicona para magdalenas, con un pincel mojado en mantequilla y dejamos en el frigorífico.
En un cuenco grande mezclamos el azúcar con los huevos y batimos enérgicamente con varillas eléctricas hasta que tengamos una mezcla blanquecina y espumosa.
A continuación, agregamos la harina tamizada con la levadura y las dos cucharadas de cacao en polvo. Continuamos mezclando y añadir la mantequilla y las avellanas. Terminar de mezclar todos los ingredientes, pasamos la masa a una manga pastelera y dejamos en el frigorífico una media hora. Precalentar el horno a 170 grados.
Pasado el tiempo de reposo, rellenar los moldes con la masa y espolvorear por encima con algo más de azúcar. Procurar no llenar los moldes del todo para que no se “desarmen”.
Hornear durante doce o quince minutos, procurando que suban bien y que queden doraditas por encima. Se dejan enfriar sobre una rejilla, espolvoreamos con azúcar glas y guardamos luego en una caja hermética, donde podremos conservarlas varios días.
Laura Vichera | 5 de octubre de 2014 a las 8:13
Un ratito antes de preparar las galletas, dejamos la masa hecha para que pueda reposar en el frigorífico. En un cuenco tamizamos la harina con la levadura. Agregar una pizca de sal y mezclar todo bien.
Aparte, en otro cuenco, batimos con varillas la mantequilla con el azúcar y la esencia de vainilla. Mezclamos bien y agregamos, a continuación, el huevo y trabajar hasta que se trabe con el resto de ingredientes.
Luego, vamos incorporando la harina, sin dejar de mover para que no se hagan grumos. Con un rallador o un cuchillo bien afilado, cortar el chocolate en trocitos pequeños que incorporamos a la masa.
En el mortero, machacamos las avellanas para que queden troceadas, no molidas y las añadimos también. Trabajar todo bien, formar una bola y tapar con film transparente . Dejamos reposar en el frigorífico durante media hora. Precalentamos el horno a 180 grados.
Sobre una bandeja colocamos una hoja de papel sulfurizado. Con la masa, formamos bolitas que aplastamos ligeramente con el dorso de una cuchara mojada, deben quedar gruesas.
Hay que tener cuidado de colocar las galletas bien separadas unas de otras para que al cocer no se peguen. Hornear unos doce minutos, aproximadamente y las sacamos, aún blandas, a enfriar sobre una rejilla.
Laura Vichera | 21 de septiembre de 2014 a las 8:13
En el mortero, machacamos las avellanas dejándolas en trocitos. Se tuestan ligeramente en una sartén, sin nada de aceite y se reservan. Precalentar el horno a 180 grados.
Luego, en un cuenco grande batimos enérgicamente el azúcar con las tres yemas hasta que se deshaga completamente. Incorporar la mantequilla derretida, el zumo de media naranja, ralladura de piel, la esencia de vainilla, la nuez moscada y el clavo.
A continuación, añadir la harina tamizada con la levadura, una pizca de sal y mezclamos. Agregamos las avellanas, reservando unas cuantas para decorar.
Poco a poco, vamos agregando la leche, mezclando con las varillas para que se vayan trabando los ingredientes y cuando tengamos una crema homogénea y sin grumos la volcamos en un molde alargado, engrasado con mantequilla.
Por último, nivelar con la espátula y repartir por encima las avellanas reservadas. Horneamos durante unos cuarenta o cincuenta minutos. Pinchamos con un cuchillo para comprobar que está hecho.
Cuando esté templado, sacamos el bizcocho del horno, lo dejamos templar un poquito y desmoldar. Lo y se deja sobre una rejilla. Mezclar el zumo de la otra media naranja con un poco de azúcar y calamos el bizcocho con ayuda de una jeringa. Dejamos reposar y espolvoreamos generosamente con azúcar glas.
Laura Vichera | 5 de septiembre de 2014 a las 8:13
PARA EL ADEREZO
Una vez remojados, enjuagar los garbanzos y se pasan a una olla con la hoja de laurel y unos granos de pimienta. Añadir la zanahoria, los tallos de apio y la cebolleta enteros. Cubrimos con agua templada, ponemos a fuego fuerte y cuando comiencen a hervir, bajamos el fuego y cocemos hasta que estén tiernos.
En un cuenco, preparar la vinagreta mezclando todos los ingredientes, excepto las avellanas, que machacamos ligeramente en el mortero y se reservan. Cuando todos los ingredientes del aderezo estén bien emulsionados, tapar con film transparente y dejamos reposar a temperatura ambiente.
Luego, pelar las gambas, se enjuagan y las secamos bien. Se saltean en una sartén, a fuego vivo, con los dientes de ajo muy picados. Espolvorear una pizca de pimentón y sal gorda y reservar en un plato.
Cuando los garbanzos estén tiernos los escurrimos, retiramos las verduras y dejamos enfriar completamente. Se pasan a una ensaladera, mezclar con las gambas y aliñar con la vinagreta. Dejamos reposar hasta el momento de comer y justo antes de sacar a la mesa, repartir por encima las avellanas y agregar algo más de pimentón.
Laura Vichera | 26 de enero de 2014 a las 8:13
Con un cuchillo muy afilado, cortar la naranja confitado en daditos lo más pequeños posible. Machacar también en el mortero las avellanas, dejándolas en trozos pequeños y se tuestan ligeramente en una sartén.
En un cuenco grande, mezclar el azúcar glas con las dos claras. Luego, agregar la vainilla en polvo y la harina. Incorporar la esencia de limón y la ralladura de piel de naranja y de limón.
A continuación, incorporar la mantequilla muy blanda y trabajar hasta que la masa quede bien lisa y sin grumos.
Luego, incorporar las avellanas, mezclar bien y pasar a una manga pastelera. Reservar en el frigorífico un par de horas para que quede más consistente. Precalentar el horno a 180 grados.
Sobre una bandeja forrada con papel sulfurizado y bien engrasada con algo más de mantequilla vamos haciendo pequeños montoncitos de masa, bien separados unos de otros.
Por encima, repartir los daditos de naranja confitada y aplastar con el dorso de una cuchara húmeda. Hornear unos cinco minutos y despegar cuando aún están blandas.
Las vamos colocando sobre el rodillo o sobre una botella y les damos la forma. Se dejan enfriar completamente sobre una rejilla antes de guardarlas.