Laura Vichera | 1 de diciembre de 2016 a las 8:13
PARA ACOMPAÑAR
Para la guarnición, picamos muy finas las cebolletas, la guindilla, los ajos y las anchoas escurridas. Los mezclamos en un cuenco con las alcaparras, el vinagre, el zumo de naranja y aceite de oliva. Agregar pimienta, comino y el azúcar y dejamos en el frigorífico.
Cocemos las verduras al vapor, dejándolas “al dente”. Cuando se enfríen, pelamos las patatas y las cortamos en gajos y cortamos los calabacines y las zanahorias en rodajas. Se aliñan con el escabeche, añadimos el perejil picado y dejamos reposar un par de horas a temperatura ambiente.
Mientras, limpiar las pechugas, retirar los restos de piel y de grasa y cortar en dados medianos. Calentar la leche con el romero y el azafrán y volcar sobre el pollo. Tapamos con film y dejamos reposar a temperatura ambiente durante media hora.
Para terminar, mezclamos el pan rallado con el queso. Escurrimos los trozos de pollo, salpimentamos y se pasan por harina, huevo batido y luego los rebozamos en la mezcla de queso y pan. Se fríen bien, por ambos lados, hasta que queden doraditos y se dejan escurrir sobre papel absorbente. Servimos enseguida y acompañar con las verduras.
Laura Vichera | 25 de enero de 2016 a las 8:13
Mientras preparamos los ingredientes de la sopa, ponemos el caldo a calentar en un cazo aparte. Despuntar las zanahorias, las raspamos y se cortan en daditos o en rodajas de grosor mediano. Limpiar los puerros y se cortan igualmente en rodajas.
En la cazuela donde vayamos a preparar la sopa, calentar un chorrito de aceite de oliva y pochar, a fuego suave, las chalotas cortadas en tiras finas. Vamos moviendo para que queden muy blanditas y no se doren.
Unos minutos después, incorporamos las zanahorias y los puerros y rehogar todo junto, moviendo suavemente. Agregamos una pizca de sal, pimienta negra molida y las hebras de azafrán.
Cuando todo vaya tomando color, volcar el caldo, añadir un buen puñado de hojas de culantro muy picadas, bajar el fuego y tapar a medias la cazuela. Cocer a fuego muy suave durante un cuarto de hora, más o menos.
Una vez hecha la sopa, mantenemos caliente. Justo antes de servir, arrimar de nuevo al fuego y, cuando comience a hervir, echamos dentro los raviolis y cocer el tiempo necesario.
En el momento de servir, repartirlos en los platos, espolvorear con el queso Parmesano y cubrir con el caldo y las verduras. Sacar enseguida a la mesa.
Laura Vichera | 18 de noviembre de 2015 a las 8:13
Cuando hayamos retirado la corteza y las semillas de la calabaza, enjuagamos bien, se seca y la cortamos en rodajas. Pelar el boniato y lo cortamos del mismo modo. Las cocemos, unos minutos al vapor, hasta que queden “al dente”. Pasar a un escurridor y reservamos.
A continuación, en una sartén con un chorrito de aceite de oliva, rehogamos las cebolletas cortadas en tiras finas. Pochar a fuego suave hasta que estén blanditas. Rehogar unos quince minutos.
En un cuenco, batimos la leche con los tres huevos y la nata. Trabajar con varillas hasta que estén bien mezclados y añadir entonces las semillas de comino ligeramente machacadas, una pizca de nuez moscada, sal y pimienta negra molida. Precalentar el horno a 170 grados.
Luego, engrasamos una fuente de horno con la mantequilla y repartir sobre la fuente, de forma ordenada, las rodajas de batata y calabaza, intercalando entre medias unas cucharadas del sofrito de cebolleta.
Una vez hecho esto, volcar por encima la mezcla de huevos y nata y repartir sobre ella el queso rallado. Hornear durante veinte minutos y gratinar antes de sacar del horno hasta que quede bien dorado. Servir templado.
Laura Vichera | 24 de octubre de 2015 a las 8:13
• medio kilo de pulpa de calabaza naranja limpia
• 200 grs de queso Mascarpone
• 2 huevos hermosos
• queso Emmental rallado
• unos tallos de cebollino fresco
• nuez moscada molida
• una pizca de curry en pasta o en polvo
• sal y pimienta negra molida
• aceite de oliva
• mantequilla y pan rallado para los moldes
Un rato antes de preparar el flan, engrasar los moldes individuales con la mantequilla y espolvorear con algo de pan rallado. Dejamos en el frigorífico. Precalentar el horno a 180 grados.
Luego, repasar la calabaza para eliminar las hebras y la cortamos en rodajas de grosor mediano. Sobre una bandeja forrada con papel sulfurizado, se van colocando sin amontonar y añadimos un hilo de aceite de oliva.
A continuación, hornear durante diez minutos, hasta que vaya tomando color. Les damos la vuelta y horneamos diez minutos más. Sacamos a un cuenco, aplastamos con un tenedor y volcamos en un colador para que suelte todo el jugo.
En otro cuenco, batimos los huevos con varillas eléctricas y le vamos agregando el queso Mascarpone a cucharadas. Agregar el curry, la nuez moscada, sal y pimienta. Añadimos también el queso rallado y unos tallos de cebollino fresco. Mezclar todo bien.
Una vez escurrida la calabaza, la incorporamos al cuenco y trabajamos todo junto hasta que los ingredientes queden bien trabados. Volcar en los moldes, sacudir para que no queden huecos y se hornean entre veinte y treinta minutos, vigilando para que no se quemen.
Recién salidos del horno, los sacamos a la mesa y acompañamos con una ensalada de rúcola y tomate cherry.
Laura Vichera | 30 de septiembre de 2015 a las 8:13
En primer lugar, retirar la corteza de la panceta, la cortamos en daditos y la salteamos en una sartén, sin nada de aceite. Cuando esté doradita, se saca y dejamos escurrir sobre papel absorbente. En la misma sartén, calentamos un chorrito de aceite de oliva y sofreír la chalota muy picada. Cuando esté blandita, apartamos.
Luego, enjuagar la quinoa y la volcamos en un cazo donde tendremos agua hirviendo con un pellizco de sal. Cocer durante quince minutos y dejamos escurrir.
A continuación, escaldar los ramilletes de brécol en agua hirviendo y se escurren igualmente. Los salteamos en la sartén con la chalota y se vuelcan en un cuenco. Incorporar también los huevos batidos y la quinoa.
Vamos agregando el queso Parmesano y el queso fresco. Incorporar el cebollino picado, sal y pimienta negra molida. Si la masa quedara demasiado suelta, agregar una pizca de pan rallado para que tome consistencia. Tapar con film transparente y dejamos un ratito en el frigorífico.
En el último momento, formamos tortitas de tamaño pequeño que aplastamos con las manos. Se pasan por la plancha o la sartén con un chorrito de aceite de oliva y se doran por ambas caras. Acompañar con una ensalada y un coulis de tomate picante.
Laura Vichera | 11 de marzo de 2015 a las 8:13
Una vez retiradas las partes más duras de los tallos de brécol, lo separamos en ramilletes, se enjuagan y los escaldamos unos minutos en agua hirviendo. Pelar las patatas, se cortan en daditos y se reservan. En un cazo ponemos el caldo a calentar.
Aparte, en la cazuela donde vayamos a preparar la crema, calentamos un par de cucharadas de aceite de oliva con la mantequilla y rehogamos, a fuego muy suave, las cebolletas picadas.
Vamos moviendo y, cuando estén blanditas incorporar los dados de patata, los ramilletes de brécol y parte de las hojas de albahaca. Agregar una pizca de sal y pimienta molida, las hebras de azafrán y rehogamos todo junto.
Pasados unos minutos, agregar caldo en cantidad suficiente, mezclar bien y tapar la cazuela. Bajar el fuego y cocer durante media hora.
Mientras, enjuagar las hojas de albahaca restantes, se secan bien y las pasamos por harina. Se fríen hasta que queden crujientes y se dejan escurrir sobre papel absorbente.
Finalizado el tiempo de cocción de las verduras, apartamos y dejamos templar un poquito. Triturar y pasamos por el chino. Incorporar la leche evaporada, el queso rallado y arrimar nuevamente al fuego. Calentar despacio, moviendo con varillas para que el queso funda y nos quede una crema bien trabada.
Servir muy caliente, adornar con un puñado de pipas y las hojas de albahaca.
Laura Vichera | 16 de octubre de 2014 a las 8:13
Una vez troceado el pollo, en trozos grandes, retiramos la piel y la grasa. Enjuagar bien y dejamos en un escurridor. Secamos luego con papel de cocina, salpimentar y pasamos por harina.
En la cazuela donde vayamos a preparar el guiso, calentar un chorrito de aceite de oliva y freír los trozos de pollo por tandas, a fuego vivo, para que queden muy dorados por fuera. Se van sacando a escurrir sobre papel absorbente.
Luego, en el aceite que nos ha quedado, rehogar las tres cebolletas y la parte blanca del puerro, todo muy picado, en tiras o en daditos pequeños. Vamos moviendo para que se ablanden.
Cuando el sofrito esté a punto, incorporar nuevamente los trozos de pollo a la cazuela y añadir también el tomillo desmenuzado. Mojar con el vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol.
Unos minutos después, cubrir con el caldo templado, agregar los granos de pimienta rosa y sacudir la cazuela. Tapar y cocer a fuego suave durante cuarenta minutos.
Pasado este tiempo, retirar el pollo de la cazuela y añadir las yemas batidas con la nata a la salsa. Mover despacio, sin que hierva. Apartar del fuego, agregar el queso rallado y mezclar bien. Volcar sobre los trozos de pollo y servir enseguida acompañado de pasta hervida.
Laura Vichera | 8 de septiembre de 2014 a las 8:13
Una vez separado el brécol en ramitos, pelamos los tallos para eliminar las partes más duras. Cocer al vapor procurando dejarlo “al dente”, sin que se ablande, porque luego tendrá que pasar por el horno.
En una sartén grande, ponemos a calentar un chorrito de aceite de oliva con la mantequilla y cuando funda, añadimos las cebolletas y los dientes de ajo muy picados. Vamos pochando a fuego suave.
Cuando estén blanditos, espolvorear la harina, la nuez moscada, añadir el tomillo desmenuzado, las semillas de comino ligeramente machacadas, la cúrcuma, sal y pimienta negra molida.
Poco a poco, le vamos agregando la leche, sin dejar de mover, para que no se formen grumos y nos quede una crema lisa. Apartamos y dejamos templar. Precalentamos el horno a 250 grados.
Sobre una fuente grande o en fuentes pequeñas individuales, colocamos los ramitos de brécol y napar con la crema. Repartir por encima las nueces troceadas y, por último, espolvorear el queso rallado.
Justo antes de comer, metemos en el horno durante quince minutos. Antes de sacar, gratinamos para que la superficie quede bien dorada y servimos enseguida.
Laura Vichera | 10 de julio de 2014 a las 8:13
PARA ACOMPAÑAR
Una vez limpio el pollo de restos de piel y grasa lo cortamos en dados gruesos. Calentar la leche con el romero desmenuzado, los dientes de ajo machacados, la cucharadita de curry y las hebras de azafrán y cuando esté templada, dejamos el pollo dentro, tapamos con film y dejamos reposar a temperatura ambiente durante media hora aproximadamente.
Mientras, preparamos la ensalada. Cocer al vapor la coliflor y las zanahorias. Cocer también los huevos. Cuando se enfríen las verduras, las troceamos.
Para el aderezo, machacar las dos yemas con un hilo de aceite de oliva, añadir la mostaza y el vinagre. Agregar sal, pimienta y perejil picado. Volcar sobre las verduras, mezclar y dejamos reposar a temperatura ambiente.
A la hora de preparar el plato, escurrimos los trozos de pollo, salpimentamos y se pasan por harina. Se empapan en huevo batido y luego los rebozamos en la mezcla de pan y queso rallado.
Ponemos abundante aceite a calentar en una sartén honda y cuando esté a punto, vamos friendo los dados de pollo, por tandas, procurando que queden bien dorados. Se sacan a escurrir sobre papel absorbente y servimos recién hechos, acompañados con la ensalada.
Laura Vichera | 9 de enero de 2014 a las 8:13
Una vez peladas, cortamos las berenjenas en daditos que dejamos en un escurridor espolvoreadas con sal. Engrasar un molde alargado, tipo plumcake con una pizca de aceite y espolvorear con pan rallado. Dejamos en el frigorífico.
Luego, enjuagar los pimientos, se secan y los pintamos con aceite de oliva. Los asamos en el horno hasta que estén tostaditos, se dejan enfriar tapados, los cortamos en tiras y reservamos el jugo que han soltado.
En unas cucharadas de aceite, rehogamos las cebolletas muy picadas con los dientes de ajo. Cuando estén blanditos, incorporar el pollo, sin piel, cortado en dados medianos y saltear brevemente. Agregar el jugo colado de los pimientos y dejamos reducir. Volcar en un cuenco y dejamos templar. Precalentar el horno a 200 grados.
A continuación, en la misma sartén, rehogamos los dados de berenjena y pasados unos minutos, añadir las tiras de pimiento y sofreír todo junto. Rellenar el molde con la mitad de esta mezcla, por encima repartimos el sofrito de pollo y “tapar” con el resto de berenjenas.
Por último, batimos los huevos con la nata, añadir salsa de tomate al gusto, queso rallado y albahaca picada. Sazonar con sal y pimienta y volcar sobre el pastel, sacudiendo para que no queden huecos.
Hornear al Baño María durante una hora. Servir templado y acompañar con algo más de salsa de tomate.