Laura Vichera | 21 de septiembre de 2013 a las 8:13
Sobre un molde desmontable, extendemos la lámina de hojaldre y presionamos sobre las paredes del molde, pinchando el fondo. Dejamos en el frigorífico hasta el momento de hornear.
Luego, lavar y despuntar los calabacines y, sin pelar, los cortamos a mandolina o con un cuchillo en rodajas finas. Calentar unas cucharaditas de aceite de oliva y se saltean a fuego vivo, sin ablandarse demasiado. Salpimentamos, los apartamos del fuego y, con una espumadera, los sacamos y escurrimos sobre papel absorbente.
En un bol grande batimos los huevos con la nata, la salsa de tomate y las cucharadas de queso para untar. Incorporar las ramitas de eneldo picadas, sal y pimienta negra molida y el salmón bien escurrido cortado en tiras finas. Precalentar el horno a 200 grados.
Luego, cubrir el fondo del molde con la mitad de las rodajas de calabacín y cubrir con la mitad de la mezcla de huevos y salmón. Repetir con el resto de calabacines y acabar con la otra mitad de salmón, huevos y nata.
Nivelar con una espátula y sacudir para que no queden huecos y horneamos durante media hora aproximadamente. Pasado este tiempo, comprobar que la crema está cuajada y dejamos templar.
Cuando se haya enfriado, volcar sobre una fuente y dejamos enfriar del todo. Servir con una ensalada de tomates cherry, canónigos y alcaparras.
Laura Vichera | 14 de abril de 2012 a las 8:13
PARA EL RELLENO
Un par de horas antes de preparar el pastel, hacemos la masa para que pueda reposar. En un vasito con un par de agua templada, desmenuzamos la levadura.
En un cuenco, tamizamos la harina, hacemos un hueco en el centro y agregamos la levadura, la mantequilla casi fundida y el huevo. Añadir una pizca de sal y pimienta y trabajar con la punta de los dedos hasta mezclar todos los ingredientes.
Una vez trabados, amasar un buen rato hasta que tengamos una pasta lisa y sin grumos. Envolver en film transparente y dejamos un par de horas en el frigorífico.
Pasado este tiempo, precalentar el horno a 210 grados. Estirar la masa y cubrir con ella un molde desmontable. Presionar sobre las paredes y pinchar el fondo.
Sobre la masa, colocamos el queso en lonchas, de modo que cubra toda la superficie del molde y encima colocamos el salmón cortado en tiras.
En un cuenco, mezclamos la nata con el eneldo muy picado, sal y pimienta y volcar sobre el relleno. Hornear durante media hora y comprobar que la masa está completamente cocida y el relleno cuajado. Servir templada y acompañar con una ensalada de lechugas variadas.