Laura Vichera | 11 de mayo de 2012 a las 8:13
En una cazuela honda calentamos un chorrito de aceite de oliva y preparamos un sofrito con la cebolleta y los tallos de apio muy picados. Rehogar a fuego suave y cuando estén transparentes, incorporamos los tomates rallados y dejamos al fuego unos diez minutos.
Mientras, limpiar los chocos, separar los tentáculos y se cortan en trozos grandes. Los enjuagamos y se dejan escurrir. En el mortero machacar los dientes de ajo con unos granos de pimienta negra y las hebras de azafrán. Añadimos también el romero muy picado y algunas hojas de perejil.
Cuando el sofrito esté a punto, incorporar las patatas cascadas y también los trozos de choco. Damos unas vueltas, mojar con el vino blanco y, pasados unos minutos, incorporar el majado de ajos, pimienta y azafrán y cubrir con el caldo. Sacudir la cazuela para trabar todos los ingredientes, tapar a medias y cocer a fuego suave un cuarto de hora.
Pasado este tiempo, incorporar las espinacas troceadas, mezclar con el guiso y dejamos cocer unos minutos más. Luego, apartar del fuego para que repose y servir bien caliente. Sobre cada plato añadir un hilo de aceite de oliva y sacar enseguida a la mesa.